Confesiones

Sé que a muchos estas palabras no les va a gustar, pero sugiero que presten con atención a la esencia de lo que quiero transmitirles. Siento que es un deber mío compartir mis experiencias y mis vivencias que puedan dejar aprendizaje en los que estén interesados en aprender.

A lo largo de toda mi adolescencia, y lo dice un chico que está apunto de cumplir 20 años, he hablado cosas terribles que me han sucedido en la escuela, no sobre bullying, sino problemas con los profesores; siempre tuve presente la famosa frase que cuando creciera iba a extrañar la escuela pero no puedo dejar de pensar en el tiempo que la escuela me limitó y no quiero convertir esto en una extensa queja pero si me parece interesante analizar qué es lo que está sucediendo hoy en día. Qué está sucediendo con los jóvenes que asisten a las escuelas secundarias y desean aprender por su propia cuenta, no sobre matemáticas, sino sobre asignaturas independientes, fotografía, dramaturgia, pintura abstracta, y las profesiones que se han hecho más notorias en este siglo que aún no están comprendidas en casi ninguna escuela secundaria y que por lo tanto su horario escolar se extiende cada vez más, tal vez sea para mantener a los alumnos en alguna ocupación, o quizá para enseñarles disciplina y conocimiento, pero reitero mi pregunta, qué se hace con aquellos que tienden a aprender y inscribirse en cursos, a visitar museos frecuentemente.

Recuerdo un día que se presentó la posibilidad de asistir a una visita guiada en un museo de la Ciudad de Buenos Aires, y la guía era excelente, pero por ese motivo llegué tarde a la escuela. La prefecta me dijo que por más que haya estado en una actividad educativa, si no estaba comprendida dentro de la institución no podía considerarse.

Cada vez me encuentro con personas que están entre la espada y la pared, con un taller o con algún elenco de teatro y actividades extracurriculares versus las actividades de la escuela. A caso nos tratarán de transmitir que la vida es una lucha entre lo que queremos y una masa de personas que nos lo impida. Pero ciertamente si no amas realmente lo que hagas difícilmente tu trabajo será excepcional, incluso empleadores, buscan excelencia.

No podría decir que no aprendí nada, y todos los que dicen que no aprendieron nada durante la escuela se equivocan. Aprendí de ciertos errores, aprendí que muchos maestros recurren al facilismo amenazante de reprobar, aprendí que la escuela es también parte de la vida, que no es la vida en sí y que siempre se puede elegir entre decidir que la escuela atraviese tu vida o no.

Lamento por todos los chicos que desean cumplir su sueño en actividades que son realmente exigentes y deben quedarse en casa estudiando para una prueba porque a la mañana siguiente un profesor que dedica su vida a la enseñanza no puede separarse de sus conceptos tradicionalistas y disciplinarios.

Es la hora y no he dejado de verlo como una limitación para la autodisciplina y la búsqueda independiente del conocimiento y quiero decirles que Biología no simplemente está en el libro guía, o en el museo que no se visita porque es demasiado lejos y no todo el curso lo va a aprovechar. Puedo asegurar que es más. Y por más testarudos y protectores que puedan llegar a ser algunos padres, las cosas no se detienen.