Permítanme por esta vez ser directo y acentuar las palabras donde de verdad tiene que ser.Les cuento que empecé con la idea de escribir esto porque me encontré llorando mientras caminaba hacia mi casa porque recordé una leve imágen de un chico, bastante inteligente que no sabía que existía de no ser porque tengo una tarea que me lleva a entrevistar a mis compañeros del aula. Pude darme cuenta lo violenta que es su vida y estoy segurísimo que él no lo decidió así. Nació en un vencindario violento, donde pudieron haber crecido sus padres porque también son violentos. Los lugares que frecuentan, los amigos con los que se encuentran y muchas veces ellos son la única opción para ser aceptados en su círculo social incluso lo lleva a repetir las mismas acciones que los más grandes.
Quisiera no tener que decirlo pero yo esperaba a que este chico por fin encontrara un lugar tranquilo donde estar, pero al momento que llegan a la escuela se chocan con un profesor tan firme como un pilar que no le interesa de donde haz venido, ni que diablos te ha sucedido. Dan órdenes, te exígen millones de cosas como si fuera tu obligación, Pareciera que olvidaran que están ahí para brindarnos un servicio, el de la educación.
En pocas palabras Más violencia. Parecería que nunca él fuera a descansar de esto. Pero veo que no.
Crecemos en un mundo donde la escuela complementa la violencia que vivimos a diario. Donde perdemos el sentido de autonomía. Jamás esperé el consejo que nos dan a todos, que debemos obedecer órdenes de gente que cree ser mejor que otros, que debemos acatar a los políticos tal cual como son, los que te brindan los servicios son los que tienen el poder. Creemos que podemos cambiar al mundo, pero aveces no miramos donde se encuentra el problema. Que empieza desde lo más mínimo.
Desde una pregunta que nadie respondió, y desde palabras que felicitan que jamás se escucharon...
Vaya! En esto estoy metido...!